Una chica escribe sobre Dum Chica
Unas vacaciones en Argentina que se convirtieron en el punto de partida de una obsesión.
RESEÑA
UNA CHICA
11/5/20242 min read

Es un sábado de enero de 2022, después de un mes de estar de vacaciones recorriendo diferentes ciudades de Argentina, mis amigos y yo estamos en Mar del Plata. Es el único día de nuestro viaje en que me ha tocado ser la conductora elegida; manejo mal y tomarme aunque sea una cerveza me pondría nerviosa así que llego al CLUB TRI decidida a mantenerme sobria hasta el final.
No tenía ni idea que, un par de horas más tarde, cada centimetro de mi cuerpo estaría más estimulado que en muchas fiestas en donde no tenía que preocuparme por manejar.
Así empezó el día que escuché a DUM CHICA en vivo por primera vez, el día que el rock que tan muerto estaba según todos revivió ante mis ojos con una furia movilizante, Lucy (la vocalista) bailaba con gafas de sol sobre un escenario que escupia un ruido que desde el incio me encantó , la miraba y solo podía pensar que era la persona más cool que había visto jamás, luego mis ojos se fueron directo a Juana que toca el bajo mientras atraviesa un trance, y yo inmediatamente quiero que lo que sea que la este poseyendo viniera por mi también. Y vino, no solo por mi sino por todo el público que sin parar levanta personas en crowd surfing mientras todos saltamos y coreamos canciones y sacudimos nuestras cabezas en medio de luces rojas y azules mientras nos preguntan desde el escenario ¿Querés figuritas? ¿Querés un chocolatin?
Mientras intento seguir describiendo qué sentí esa vez y qué he sentido las otras veces que he visto a DUM CHICA en vivo entiendo que es complejo describir con palabras lo que siento con mis entrañas, siento unas ganas de destrozar el mundo mientras bailo, salto y abrazo a mis amigos y a desconocidos, desde ese sábado esta banda se ha convertido en parte importante de mi vida, me ha ayudado a hacer las paces con mi manera visceral de sentir y actuar, cuando escucho sus canciones y pienso en esas dos mujeres arriba de un escenario no me juzgo cuando he actuado desde la rabia; en cambio, veo esa furia como una oportunidad de atravesar ciertas situaciones que de otra manera se harían más largas y dolorosas. Ya había sentido esta reconciliación con la furia a través de la música, pero nunca con dos mujeres como protagonistas y terapeutas.
Yo, que crecí escuchando bandas de rock mientras anhelaba ser la novia/manager/groupie de algún vocalista y no la estrella del show, me lleno de furia cuando DUM CHICA arranca un show, una furia que me inspira y que me empuja hacia adelante para hacer las cosas como se me ocurran, una furia que más tarde de ese mismo 23 de enero me hizo dislocarme el cuello llena de energía haciendo headbanging en la sala de un airbnb después de haber llevado a mis amigos borrachos, felices, sanos y salvos.


ESCUCHA EL ÚLTIMO DISCO DE DUM CHICA.
